De media nos pasamos 9 horas diarias en la oficina, de las cuales aproximadamente una la destinamos a desayunar y comer. Atendiendo a las recomendaciones de la OMS y a los hábitos de vida saludable que recomiendan que realicemos cinco comidas diarias, tanto tiempo frente al ordenador puede hacer que no nos salgan las cuentas… Por no hablar del gasto energético que requieren nuestras tareas, ¿Qué hacer al respecto? En el picoteo está la solución.
El picoteo es una sana y agradable costumbre consistente en comer en pequeñas dosis entre el desayuno y el almuerzo o entre el almuerzo y la merienda. Tiempo que normalmente pasamos en la oficina y donde las paradas para alimentarnos de forma más calmada escasean. Pero para que tenga un efecto saludable y no repercuta en nuestros quehaceres, no vale cualquier cosa… ¿Qué comer entre horas?
Prohibidos los snacks pesados
La primera máxima que debemos tener presente es que para que el picoteo ejerza su función, debemos disponer de snack que aporten nutrientes sin que resulten pesados para el estómago.
La máxima función de un picoteo sano es aportar energía y permitir que la espera de la siguiente comida no se eternice. Un snack grasiento o demasiado contundente puede causarnos somnolencia, dificultades digestivas y por tanto malestares generales que en vez de aumentar nuestra productividad gracias a un aporte de energía extra, puede frenarla por culpa de una sensación incómoda.
Por tanto, debemos evitar fritos, piezas grasas, chocolates en exceso, bollería industrial y productos altamente procesados para sustituirlos por piezas de fruta, sándwiches ligeros, frutos secos, colines o barritas de cereales, que no solo aportan una buena dosis de energía extra, sino que sacian lo suficiente como para poder llegar a la hora de la comida sin desfallecer y sin sensación de estar llenos.
Hidratación: imprescindible
Tan importante como una correcta alimentación es una correcta hidratación. No hace falta que a estas alturas recordemos la importancia de beber de 2 a 3 litros de agua diariamente, por lo que destacaremos la capacidad de un correcto consumo de agua en la oficina para aportar una sensación de frescor continuo, neutralizar la pérdida de humedad por la actividad laboral y ser el acompañamiento adecuado para que el aperitivo en la oficina no se te atraviese.
Por estas razones son tan populares y necesarios los servicios de fuentes de agua en la oficina, como el que ofrece Agua Edén, que además de suministrar cómodamente los bidones según las necesidades de cada empresa, proporciona un dispensador para que puedas consumir el agua cómodamente sin perder tiempo ni productividad.
Es muy importante que se consuma agua y no otros líquidos para hidratarnos durante las horas de oficina. Refrescos y otras bebidas con una alta proporción de azúcares (incluso zumos) y/o gases pueden producir la misma sensación de pesadez que el de consumir un snack hipercalórico.
Ser respetuoso y considerado
Tan importante como la elección de un aperitivo adecuado para saciar y para aportar energía es que este sea considerado con nuestro ambiente de oficina. A nadie le gusta trabajar con olores fuertes alrededor, por lo que quesos, embutidos y productos similares deben ser totalmente excluidos.
También se debe ser respetuoso con el hábito de trabajo. El picoteo nos debe permitir seguir siendo productivos, sin que interfiera en nuestra actividad. Comer “a dos manos” o montar un picnic frente a la pantalla no son prácticas que se deban realizar en horas laborales. El snack debe ser accesible y discreto (que no oculto, no es una práctica prohibida) y que su consumo no nos llene la boca de forma “grotesca”.
Por último, el tema de la limpieza es un hábito que nunca debemos abandonar. Si se producen migas o restos, debemos retirarlos para que el entorno de oficina, mesa, teclados y otros utensilios permanezcan en perfecto estado en todo momento..