Contar con una residencia de mayores

La residencia de mayores es un centro especializado en el cuidado de las personas mayores. Esto significa que los especialistas que trabajan en estos sitios, ofrecen servicios y actividades pensadas para los ancianos.

A la hora de elegir uno, los tipos de centros que podemos encontrar son varios. Desde el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, se establecen dos tipos de centros de día municipales, unos para personas con problemas físicos, funcionales y sociales, y otros centros para personas con trastornos cognitivos severos. En ellos se dan terapias individualizadas y comprenden:

  • Ayuda social de apoyo al usuario y a la familia.
  • Terapéutica, dirigida a la atención especializada de las personas mayores a cargo de un equipo interdisciplinar formado por profesionales socio-sanitarios.
  • Se realiza una atención integral elaborando y dirigiendo un plan de atención a cada paciente y que se corresponda con las evaluaciones que previamente hayan hecho los miembros del equipo.

De esta manera, se frena y se previene el incremento de la dependencia, los pacientes recuperan o mantienen su autonomía personal, se desarrolla su autoestima y mejoran afectivamente, y se ofrece apoyo, información y asesoramiento a las familias que les cuidan en casa.

Lo de la residencia de día, es un servicio bastante nuevo, que no todos los centros aún ofrecen. Sin embargo está resultando ser muy cómodo para las familias y las personas mayores.

Y es que estos centros de día facilitan un entorno que favorece las relaciones sociales, algo que los usuarios y sus familiares agradecen.

Fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, auxiliares gerocultores, médicos y psicólogos son los perfiles profesionales que atienden en un centro de dia para mayores.

Estos sitios se caracterizan por ofrecer un entorno tranquilo y agradable. No suele faltar un jardín exterior, para que los pacientes puedan tomar el aire y pasar un rato fuera, relacionándose con sus coetáneos.

Y entre los servicios que todo centro pone a disposición de los clientes, no pueden faltar: la ya mencionada atención sanitaria (con enfermería abierta las 24 horas), restauración y posibilidad de una dieta equilibrado (útil sobre todo para todos los pacientes que necesitan controlar lo que comen), servicio de acompañamiento.

Entre las prestaciones menos comunes de una residencia de mayores, encontramos: la peluquería, la animación socio-cultural, la posibilidad de pasar un rato leyendo en el lugar lectura, fisioterapia para tratar todo tipo de dolencias musculares, y más.

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