Muchas personas sufren de meteorismos, de digestiones lentas y pesadas o de acidez de estómago. Las molestias intestinales son generalmente leves, pero pueden llegar a resultar muy molestas si no se cuidan y se les pone remedio antes de que acaben siendo dolores intensos de tipo cólico o se conviertan en una dolencia de tipo crónico.
Para saber cuál es el remedio más adecuado para una molestia intestinal en concreto, hay que saber el origen de la misma para poder actuar en consecuencia.
Flora intestinal dañada
Muchos de los problemas intestinales que sufrimos están relacionados con la flora intestinal. Si esta se daña muchos de los procesos de la digestión se vuelven más complicados o no se realizan correctamente. Los daños pueden producirse por la toma de antibióticos, por estrés, o por diarreas relacionadas con intolerancias alimenticias, por poner algunos ejemplos frecuentes.
Para mejorar de las molestias intestinales es importante aportar al organismo probióticos, esto es, microorganismos presentes en la flora intestinal. Estos probióticos se pueden aportar con alimentos, pero cuando es necesaria una dosis extra para restablecer el equilibrio se hace necesario recurrir a los complementos alimenticios.
Estos complementos también se pueden tomar de manera preventiva, cuando sabemos que vamos a atravesar momentos que suelen traer como consecuencia molestias intestinales. Por ejemplo, cuando viajamos.
Molestias digestivas asociadas a intolerancia a la lactosa
Algunas molestias digestivas están asociadas a la intolerancia que algunas personas sufren hacia la lactosa, ya que son incapaces de digerirla. Entonces, al consumirla, notan como se hinchan pudiendo incluso sufrir cólicos, tienen diarreas y se encuentran mal.
El remedio en este caso pasa por la toma de probióticos por un lado para recomponer la flora y por otro por la eliminación de la lactosa en la dieta. Esto no supone solo la eliminación de los lácteos sino de otros productos que pueden llevar lactosa como un añadido para darle al alimento ciertas propiedades. Por ejemplo, algunos fiambres llevan lactosa, al igual que algunas galletas que en apariencia, no llevan leche ni mantequilla.
En el caso de que el problema venga de una intolerancia al gluten este también debe de ser totalmente eliminado de la dieta y la flora intestinal dañada tendrá que recomponerse. Tanto en el caso de los intolerantes al gluten como en el de los intolerantes a la lactosa, los probióticos pueden consumirse durante periodos continuados como medida preventiva.