La vida que llevamos hoy en las que las prisas son las verdaderas protagonistas hace que nos merme la calidad de vida que podamos tener, y eso sin darnos cuenta influye de manera negativa no solo en nosotros sino en quienes están a nuestro alrededor. El hecho de que lo hagamos todo deprisa y corriendo nos lleva a no hacerlo bien, o a descuidarlo más de lo que nos imaginamos, y claro descuidar algo material es completamente superficial y no tiene la menor importancia, pero descuidar a una persona eso ya es para sentarse y ver qué solución se puede buscar para que no vuelva a pasar. Son muchas las personas que se encargan de sus padres cuando son mayores, hay quien prefiere dejarlos en una residencia y evitar responsabilidades y hay quien decide ocuparse en persona de ellos porque se niega a que sus padres pasen sus últimos días rodeaos de extraños y sin ver apenas a su familia. Lo que ocurre es que nunca es tan fácil como pensamos, sobre todo cuando son dependientes y necesitan estar cuidados gran parte del tiempo, es aquí donde nos damos cuenta que el problema es mucho mayorde lo que los imaginamos.
Hay muchas personas mayores que se niegan a salir de su casa, hay quien se ha llegado a poner enferma, se ha negado a comer y quien incluso ha muerto de pena, son historias llevadas al extremo, pero reales como la vida misma. Quienes han vivido toda la vida en la misma casa no quieren salir de ella, y sacarlos es como si de verdad los estuvieran enterrando, lo que ocurre es que muchas veces para los hijos tomar decisiones es más complicado de lo que creemos. Es verdad que son los hijos los que se deberían ocupar, pero los tiempos en los que estamos son para trabajar y tener que delegar lo más importante en otras personas, en quienes consideramos que lo van a poder hacer mejor que nosotros, por ello hay mucha gente que recurre al cuidado de ancianos valencia donde se dedican en cuerpo y alma a que nuestro mayores estén en las mejores condiciones posibles, acudiendo a nuestra casa las horas que a nosotros nos hagan falta.
No descuidar a quienes darían la vida por ti está en tus manos, de ti depende que puedan tener una vejez buena o una mala, así que no lo pienses y delega en los mejores profesionales.