¿Cómo proteger a mis hijos del sol?

Con la llegada de los días agradables de primavera,  disfrutamos cada vez más de realizar actividades al aire libre con los niños.

Ir al parque, a la montaña o a la playa, realizar un picnic en familia, son actividades muy saludables, que nos llenan de energía.

Sin embargo, debemos tener ciertas precauciones con el sol, especialmente con los más pequeños. Su piel es más sensible y delicada que la de los adultos, por lo que debemos tener una serie de cuidados extra.

 

Cuidados para bebés e infantes

Los menores de 6 meses no deberían estar expuestos al sol, sobre todo en las horas más críticas, de 12 a 17 horas.  Debemos intentar que estén en la sombra o en su defecto, que lleven gorra y ropa adecuada para que su piel no absorba de forma directa la radiación solar.

La piel de los niños entre los 6 meses y los 3 años sigue siendo muy vulnerable, por ello deben utilizar protectores solares infantiles con FPS 50+ y continuar con las precauciones de no exposición en las horas más críticas. La gorra ayudará a que no se quemen el cuero cabelludo y las orejas, que son zonas extremadamente delicadas.

El protector solar infantil no debe tener perfume ni sustancias irritantes. Es recomendable utilizar pantalla física y cosmética de farmacia para asegurarnos que la piel del niño no se vea afectada.

En cambio, a partir de los 3 años los niños ya pueden empezar a utilizar los protectores solares de adultos, siempre y cuando estén libres de sustancias agresivas. Definitivamente nunca debe aplicarse bronceador o aceite en la piel de un menor de dieciséis años.

 

Un verano seguro

Podemos disfrutar con nuestros hijos de una primavera y un verano más seguro bajo el sol, siguiendo los siguientes consejos:

  • Evitar realizar actividades al aire libre al medio día, para que no estén expuestos en las horas más críticas al sol.
  • Debemos estar atentos a los días nublados, ya que aunque no lo veamos, el sol quema igualmente la piel.
  • Es muy importante que en la piscina y en la playa el protector solar sea resistente al agua, aplicarlo cada dos horas, y cada vez que el niño salga del agua.
  • La hidratación en los días calurosos es esencial para evitar los golpes de calor. No tiene que ser necesariamente con agua, puede ser con fruta (sandía, fresas, melocotón…) o helados de hielo.
  • Cuando estamos en la playa debemos estar atentos, ya que la arena y el agua reflejan el sol e incrementan la peligrosidad de los rayos UV.
  • El protector solar en la cara debe aplicarse todos los días aunque, no estemos en la playa o directamente al sol.

Si seguimos estos consejos y protegemos a los más pequeños con protectores solares infantiles, pasaremos una temporada estupenda, sin riesgos de quemaduras en la piel.

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