Cuando nos paramos a pensar en la salud de nuestro sistema digestivo, uno de los factores más importantes es, sin duda, seguir una buena alimentación. Es necesario tener en cuenta que un mal cuidado de nuestro estómago e intestinos no solamente puede provocarnos enfermedades de diferente gravedad y molestias varias, sino que también influye directamente en nuestro estado de ánimo diario, llegando a relacionarse incluso con la depresión. De modo que es esencial llevar a cabo ciertos rituales: introducir de forma regular la fibra en nuestra dieta favorecerá en gran medida el tránsito intestinal; “abusar” de los alimentos frescos es la actitud correcta para gozar de una mejor salud, apostando siempre por los comestibles que nos aporten nutrientes y vitaminas. Y tampoco es conveniente olvidar tomar determinados fermentados (yogures), que nos aportarán bacterias “buenas” muy beneficiosas para nuestro organismo.
Precisamente, hay que pensar que nuestro sistema digestivo está plagado de bacterias vivas, lo que llamamos de forma popular “la flora intestinal”. Cuidar de ésta es el equivalente a cuidar de nuestra salud global, ya que estas bacterias intervienen tanto en el proceso digestivo como en la absorción de los nutrientes. Para cuidar de ella, tan necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, además de seguir una dieta sana y variada no hay que olvidar beber mucha agua, ya que hidratar nuestro organismo nos ayuda a depurar y a eliminar toxinas.
Existen muchos otros factores que inciden en la salud de nuestro estómago y, concretamente, de la flora intestinal. Por ejemplo, algo tan simple como no lavarnos las manos antes de las comidas, descuidando así la higiene personal, puede llevarnos a contraer enfermedades de tipo diarreico, entre muchas otras. Sin duda alguna, las infecciones estomacales y las diarreas de tipo vírico son algunas de las afecciones más comunes; por ello, lo mejor es tomar precauciones para no contraerlas y, en caso de que sea demasiado tarde, apostar por un tratamiento adecuado que incluya una dieta blanda y medicamentos para la diarrea especialmente creados para paliar sus efectos.
Abusar del tabaco o del alcohol también son actitudes muy desaconsejables que a la larga afectan a nuestra salud digestiva (y a otros sistemas de nuestro cuerpo). Es vital recordar que existe otro factor al que muchas personas no le dan la debida importancia y que puede tener consecuencias muy negativas a nivel estomacal: nos estamos refiriendo al estrés y a las emociones negativas, que nos influyen a nivel global; ya no sólo en cómo nos sentimos anímicamente, sino que llegan a extrapolarse fácilmente, derivando en sintomatologías físicas.
De modo que ya lo sabes; cuida la salud de tu sistema digestivo cada día para ser una persona sana y más feliz todo el año.