Hace ya algún tiempo que conseguimos desprendernos de la mayoría de los tabúes que años atrás iban unidos a cualquier tema relacionado de una u otra forma con nuestra vida sexual. La mejor prueba de ello es la naturalidad con la que se tratan este tipo de asuntos en conocidos programas de televisión, series y películas… En el sex shop online melopasogoma.com llevamos años haciendo especial hincapié en la importancia de su normalización.
Es obvio que a través de distintos medios (internet, qué duda cabe, también ayuda mucho), cada vez tenemos más información sobre el sexo y, lo que es más importante, sobre su influencia en nuestra salud a todos los niveles. Esto ha permitido a muchas mujeres descubrir, por ejemplo, los numerosos beneficios que son capaces de aportar a la mujer las bolas chinas o bolas ben wa. Estas esferas no son solo un mero juguete erótico, sino que también poseen interesantes propiedades terapéuticas que hacen que sean prescritas por ginecólogos y fisioterapeutas de todo el mundo para el fortalecimiento del suelo pélvico femenino.
De origen milenario, las también llamadas bolas de geisha o pesas vaginales pueden estar realizadas en una amplia gama de materiales hipoalergénicos (plástico, silicona, metal, etc.) y se componen generalmente de dos esferas (cuyo peso puede variar ostensiblemente de un modelo a otro) que se introducen en el mismo sitio que los tampones, detrás del músculo pubococcígeo. En su interior contienen dos bolas más pequeñas que golpean continuamente a las exteriores, provocando con ello un movimiento vibratorio que, además de producir en la mujer una agradable y placentera sensación, masajea y ejercita la zona pélvica.
El uso regular y frecuente de las bolas chinas permite mantener el tono y la elasticidad de la musculatura de la vagina, aumentar el nivel de lubricación y la sensibilidad de esta zona íntima y, en consecuencia, mejorar la calidad de las relaciones sexuales. Del mismo modo, la práctica de ejercicios Kegel y/o EMSP (ejercicios musculares de suelo pélvico) contribuye de manera decisiva a la recuperación postparto de los músculos pélvicos, así como a la prevención de la incontinencia urinaria, una disfuncionalidad que afecta un gran porcentaje de mujeres, especialmente después de la menopausia.